Mi Mejor Amiga’s Chico: Locuras Conmigo

El novio de mi mejor amiga y yo decidimos hacer locuras en la ciudad por una noche. Había estado trabajando mucho últimamente y necesitaba un poco de diversión, así que acepté su propuesta sin dudarlo. Mi amigo se llamaba Carlos y él había estado viviendo conmigo durante unos meses después de dejar a su exnovia. No me gustaban demasiado las locuras, pero estaba dispuesto a adaptarme en honor a nuestra amistad y también para pasar un buen rato. Cuando salimos de la casa, todo parecía normal al principio. Fuimos a cenar a un restaurante cerca del centro de la ciudad y luego nos dirigimos a un bar favorito mío para beber algo después de la cena. Estaba empezando a divertirme mucho cuando Carlos comenzó a insistir en que nos fuéramos a otro lugar, una pequeña discoteca secreta que sólo sabía él. Al principio pensé que no era buena idea, pero finalmente accedí para hacerle feliz. Fuimos a la discoteca y rápidamente me di cuenta de que no había estado allí antes. Era un poco extraño, con luces bajas y música muy fuerte. También parecía estar lleno de personas desconocidas que miraban en todas direcciones con una expresión de misterio. De repente sentí que algo no estaba bien. Carlos se fue a bailar al centro del salón y yo me quedé a observarlo desde la barra, intentando relajarme un poco. Sin embargo, mi ansiedad crecía por minuto, y pronto empecé a preocuparme seriamente por nuestra seguridad. ¿Qué hacíamos realmente allí? ¿Por qué Carlos quería llevarme a este lugar tan extraño? Me fui al baño para reunir mis pensamientos e intentar decidir si debíamos salir de allí antes de que fuera demasiado tarde. Cuando regresé a la barra, Carlos ya no estaba allí y comencé a sentir pánico. ¡Había algo mal! De repente se abrió una puerta secreta en el fondo del salón y una chica llamada Sophia salió corriendo hacia mí con una expresión de alarma. Me dijo que Carlos había sido secuestrado por un grupo de personas que habían estado siguiéndolo desde hacía tiempo, y que teníamos que escapar antes de que nos encontraran también. Me quedé paralizada en el baño, sintiendo que mi mundo estaba dándose vuelta. ¿Qué había pasado con Carlos? Y qué significaba todo esto? De repente supe que tenía que hacer algo, aunque no tuviera muy claro qué. Me levanté y salí del baño, decidida a enfrentar lo que fuera. Me lancé al centro del salón, buscando cualquier señal de Carlos o Sophia. La música estaba demasiado fuerte para escuchar nada con claridad, pero intenté gritar su nombre en caso de que estuvieran cerca. Por un momento parecía que nadie me escuchaba, y comencé a desesperarme. ¿Era demasiado tarde? ¿Habíamos sido atrapados? Pero luego vi algo: una figura corriendo hacia mí desde el fondo del salón. Era Carlos, y estaba solo. Me lancé a su cuello y le pregunté si todo iba bien. Me miró con ojos ansiosos pero parecía estar intacto físicamente. Le dije que Sophia había dicho que un grupo de personas lo habían estado siguiendo y que nos habíamos quedado atrapados en este lugar. Asintió con la cabeza, asustado, pero estaba allí para mí. Aunque no supiera qué había pasado exactamente, sabía que todo iba bien mientras estuviéramos juntos. Fuimos de regreso a casa, intentando dejarlo todo atrás y olvidarlo. Pero por mucho tiempo que pasara, nunca podríamos sentirnos seguros nuevamente, ya que ese pequeño encuentro con el misterio en la ciudad había cambiado nuestras vidas para siempre. Lo único que sé es que esa noche nos quedó grabada en nuestra memoria para siempre, como un recordatorio de lo importante que es protegernos a nosotros mismos y a los demás. Y aunque el mundo sea un lugar lleno de misterio, hay momentos en que simplemente tienes que enfrentar el caos de cara. Eso fue todo por mí.